
Softec, una consultoría inmobiliaria fundada en 1980, advierte de una escasez de vivienda social en Mazatlán, una ciudad mexicana donde hay un boom creciente como polo de desarrollo turístico y un destino atractivo para los canadienses y estadounidenses.
“Habrá grandes hoteles, restaurantes y centros comerciales y de entretenimiento, pero las personas de servicio que dan vida a estas amenidades no tendrán opciones para establecerse”, afirma Carolina Orozco, a cargo de los reportes trimestrales de Dinámica del Mercado Inmobiliario (DIME).
La encargada de hacer el análisis de la consultoría especializada en asesoría para el sector de bienes raíces y el financiero hipotecario, que estos indicadores contrapuestos pueden generar un desequilibrio en la plaza.
La especialista informó que desde 2016 y hasta 2021, Mazatlán ha estado experimentando un crecimiento muy vigoroso, pero los últimos años se ha estado estabilizando dicho crecimiento y fue en ese punto cuando se dejó de construir vivienda social.
“Es de suma importancia que autoridades e industriales de la vivienda promuevan esta oportunidad para consolidar este crecimiento, a través de programas para la construcción de vivienda social formal. Es la disyuntiva entre consolidar o perder este impulso hasta descomponer el mercado”.
Carolina Orozco añadió que Mazatlán tiene todo y por ello los desarrolladores deben explorar el hacer vivienda para todo tipo de familias.
“El reto es construir edificaciones formales y con todos los servicios para quienes viven ahí, porque todos los proyectos inmobiliarios, de usos mixtos, el acuario, el parque aeroespacial y demás atractivos turísticos están generando muchos empleos”.
“Llevamos dos años sin edificar vivienda social y se agotaron los inventarios. La participación gubernamental debe ser excepcional para estos casos”.
La especialista finalizó diciendo que en su próximo reporte de abril de 2023, se verá si esta tendencia hacia la escasez se confirma con consecuencias que saltarán en 2023 y 2024; o bien, si surgen proyectos de vivienda social.
“Hemos visto cómo en otras plazas el gobierno facilita tierra, permisos y servicios asequibles, mientras desarrolladores públicos y nacionales levantan la mano y hacen propuestas estratégicas” concluyó.