El músico habla en exclusiva de su próximo disco Resound NYC, en el que retoma varios de sus éxitos y los lleva al terreno de la música de orquesta.
Alejandro Castro
Published hace 2 meses abril 21, 2023
Siempre que encuentra una oportunidad, Richard Melville, alias Moby, aprovecha para contar que durante sus años mozos tocó en varias bandas punk y que conoció a los miembros de toda esa escena en Nueva York.
El dato es de llamar la atención, porque la mayoría de su obra se encuentra más bien cercana a estilos que poco tienen que ver con dicho género.
Y es que, mientras que sólo tres de sus producciones discográficas se desarrollan sobre la base del techno, el rave y el hardcore -los cuales podrían tener ciertas líneas en común con el punk-, el resto de su obra (18 discos en total) está mucho más cercana a estilos más bien soft, como el ambient y el downtempo.
De hecho, en el documental Punk Rock Vegan Movie, que recientemente lanzó el músico, él mismo se toma con humor esa dicotomía en una escena en la que su interlocutor lo llama “Chico Enya”.
Es un jueves por la mañana cuando nos conectamos a una nueva sesión de Zoom, para nuestro encuentro virtual con el músico, quien nos otorgará unos minutos para hablar de su próximo álbum, Resound NYC.
Casi puntualmente, Moby se conecta pero sólo escuchamos su voz. Le pedimos que encienda su cámara para vernos frente a frente y así facilitar un diálogo más cálido, a lo que responde:
“Es que mi cámara está desactivada en este teléfono... ¿Has visto esa serie de televisión llamada Mr. Robot? En la primera temporada, las cámaras de los dispositivos se vuelven contra las personas, así que opté por deshabilitar la cámara de algunos de los míos, y en este la tengo deshabilitada”.
Así que al viejo estilo de las llamadas telefónicas, iniciamos la charla sobre este álbum en el que el músico retoma varios de sus éxitos y los rehace en un plan más orquestal, ahora respaldado por el prestigioso sello de música clásica Deutsche Grammophon.
“Es una larga historia, pero trataré de no hacerla larga: Todo esto se remonta a cuando yo era muy joven y tocaba en varias bandas de punk rock. Solía pinchar discos en un pequeño bar y también trabajaba en una tienda de discos. Recuerdo que cuando llegaban a la tienda nuevos LP de Deutsche Grammophon los veía y me parecían sumamente elegantes, con esa gran etiqueta amarilla y esas pinturas de los viejos maestros”, recuerda.
“Muchos años después -continúa- me propusieron hacer un concierto con la Filarmónica de Los Ángeles al lado de Gustavo Dudamel y de un coro de gospel. Imagínate: Yo crecí tocando en bandas de punk rock y luego pinchaba discos, así que nunca pensé que llegaría a tocar con una orquesta de 120 personas. En fin, después del espectáculo alguien del sello vino y me preguntó si quería hacer una especie de grandes éxitos orquestales, a lo que inmediatamente dije que sí… E inmediatamente vinieron a mi mente de nuevo esas portadas… No podía creer que ahora yo también tendría un disco con ese logo amarillo al frente… Y ese álbum fue Reprise”.
De hecho varios de los éxitos que incluiste en Reprise ya no aparecen en Resound NYC. ¿Cuál sería la diferencia entre ambos discos?
Reprise es un disco que me encanta, pero es muy tradicional fonéticamente y una de las cosas a las que los de Deutsche Gramophone me animaron para Resound NYC, fue a repensar lo que podría ser una orquesta, lo cual me pareció realmente interesante, porque me recordó esa idea de que una orquesta puede ser cualquier cosa donde quepa lo que tú quieras, ya sean tornamesas, instrumentos clásicos o electrónicos. Así que el enfoque para este disco fue casi construir una orquesta diferente para cada canción, y al final la aproximación en algunos casos es muy tradicional, con cuerdas y soplos y vientos de madera, pero otras veces hay mellotrones o elementos electrónicos… Así que bueno, Resound… Puede ser una continuación de Reprise, pero también es una especie de esperanza o de siguiente paso para tratar de entender lo que una orquesta puede significar en el siglo XXI.
Me da la impresión de que en este disco utilizas más instrumentos reales que sampleos, software, etcétera. ¿Es así?
Bueno, honestamente quiero decir que cuando se trata de hacer música no tengo un juicio sobre ningún elemento de composición, por lo menos no cuando se trata de hacer una canción o de grabar, eso no me importa tanto… Lo único que me importa en ese momento es la respuesta emocional del escucha… A veces pienso que es un criterio irrelevante pensar en cómo se crea la música, cuando el único objetivo es ver cómo puede responder la gente emocionalmente a la música.
Muchos músicos han grabado nuevas versiones de sus temas, algunas veces porque quizá no estaban satisfechos con las versiones originales. ¿Te sucedió algo así con estas canciones?
Sí, bueno… Puedo ser muy crítico con mis canciones o con la mezcla que se les hizo, aunque normalmente cuando hago un disco estoy yo solo en mi estudio haciendo todo eso, así que muchas veces no hay alguien más a quien culpar… A veces me cuesta mucho escuchar mis discos, porque siempre estoy pensando en lo que podría haber hecho mejor.
Sobre la nueva versión del corte “Extreme Ways”, el músico apunta:
“Mi objetivo original con ella era que sonara como una pista del disco Physical Graffiti (de Led Zeppelin) o del Exile On Main Street (de The Rolling Stones), y aunque claramente no es digna de estar en alguno de esos álbumes, creo que con la sección de metales y los coros que ahora le incluimos hemos podido darle un peso sonoro que me parece bastante satisfactorio”.
Con una pequeña ayuda de sus amigos
En Resound NYC, Moby se hace acompañar de distintos cantantes que lo ayudan a redondear estas nuevas versiones para quizá, como dice su compañía discográfica, “revisar su pasado mientras reinventa su futuro”.
En “In My Heart” lo acompaña Gregory Porter; en “Extreme Ways”, The Temper Trap; en “South Side” está Ricky Wilson y en “Flower (Find My Baby)” lo arropa Amythyst Kiah, además de Marisha Wallace en “In This World”.
En la segunda parte del disco, aparecen Margo Timmins y Damien Jurado en “Helpless”; nuevamente Ricky Wilson en “Perfect Life”; P.T. Banks en “When It’s Cold I’d Like To Die”; OUM y Sarah Willis en “Second Cool Hive”; Danielle y Elijah Ponder en “Run On” y Lady Blackbird en “Walk With Me”.
Las únicas canciones del disco en las que no hay vocalistas invitados son: “Signs Of Love”, “Slipping Away”, “Hyenas” y “Last Night”.
¿Cómo elegiste a los vocalistas que te acompañan en cada una de estas piezas?
Bueno, cuando se trata de cantantes lo único que busco es mi conexión emocional con su voz, no que sean famosos… Aunque si son famosos está bien, pero lo realmente importante es mi conexión emocional con la voz de cada uno, nada más.
¿Por qué decidiste incluir una canción original de Neil Young (“Helpless”) en este disco que trata de tu etapa como compositor en Nueva York?
Ah, es una pregunta muy lógica preguntar por qué hay una canción de un canadiense aquí. Y la razón es que uno de mis primeros recuerdos fue estar en el automóvil con mi madre, manejando por la autopista West Side, en Nueva York, y escuchar “Helpless”... A ella le encantaba ese álbum Deja Vu, de Crosby Stills Nash & Young, así que por eso está ahí.
Acabo de ver tu película Punk Rock Vegan Movie, y me pareció divertido que te des espacio para reírte de ti mismo, como en la escena en la que te llaman “Enya Boy”. ¿Es importante el sentido del humor para ti?
Bueno, no podría decir que soy alguien precisamente divertido, aunque definitivamente los artistas, músicos y escritores que siempre me han gustado son personas que pueden crear un trabajo muy serio, pero que a la vez puede ser muy alegre. Por otro lado, el mundo del punk rock y el hardcore en el que crecí todo era como un contraste entre los que eran muy serios y los que eran muy tontos… Y de alguna manera quise recuperar ese equilibrio entre lo muy serio y lo muy alegre para la película, quería que fuera una cinta que trata algunos temas serios, pero con un elemento alegre, incluso ridículo de pronto, para que no fuera algo tan pesado.
Has mencionado varias veces que cuando eras joven tocabas música punk. ¿Ahora ya no lo haces?
Bueno, me encantan el punk rock, el hardcore punk y el speed metal… Aunque para ser honesto no me gusta tocarlos en vivo… Si acaso en mi patio trasero, como cuando vienen algunos amigos y comemos pizza vegana, pero no me gusta salir de gira… Tal vez algún día tocaré en un show de punk rock de nuevo, no lo sé. Pero no me gustan los tours… El único show en vivo que tengo programado ahora es uno para el 4 de mayo, en el que tocaré algunas canciones acústicas en un pequeño teatro antiguo y las grabaré para mi podcast. Para mí ese es el recorrido perfecto, porque el teatro está a tres minutos de mi casa, y lo mejor para mí es salir de mi casa a las 6:00 PM y volver a las 9:00 PM… Esa es la gira perfecta para mí.
Hablando de veganismo, es bien conocido tu compromiso con distintas causas animales y medioambientales.
Sí, supongo que en un mundo perfecto lo que haría es escribir canciones sobre la emergencia climática o sobre los derechos de los animales o los derechos humanos, pero hace mucho tiempo aprendí que no soy bueno en eso. Hay quienes sí lo son, como Joni Mitchell, Neil Young, Chuck D. John Lennon, John Fogerty, que tienen canciones geniales orientadas a esos temas, pero siento que yo no soy bueno en eso, así que en lugar de eso prefiero descubrir el mejor uso de los recursos limitados que tengo y donar a organizaciones benéficas, aunque también me involucro en el proceso político y apoyo las campañas políticas de la gente e incluso a los productos de otras personas, además de que trato de ser una voz constante en las redes sociales abordando estos temas.
Hablando de artistas y de su relación con algunas causas, últimamente hemos visto a gente como Bruce Springsteen, Robert Smith o el propio Neil Young criticando a Ticketmaster, cuyos cargos excesivos afectan a quienes compran boletos para los conciertos. ¿Qué opinas de ese tema?
Como mencioné, yo no hago giras, así que casi que no tengo una opinión. Soy consciente de que estos artistas están usando su voz para intentar crear un cambio, aunque si soy honesto, miro el mundo y miro el hecho de que la democracia está bajo ataque. El clima se está derrumbando, la resistencia a los antibióticos está aumentando, así que, al menos para mí, el hecho cómo se vendan los boletos para los conciertos no está en mis prioridades, porque veo el medio ambiente y la guerra y la democracia, que está constantemente bajo ataque en tantos países.
Así, Moby se encuentra inmerso en esta etapa revisionista en la que incluso piensa en cómo ha cambiado el mundo con respecto a los años noventa, cuando algunas de sus canciones se escribieron originalmente:
“Piensa en los años noventa… Bill Clinton era presidente y la escena rave era parte de un mundo utópico e idílico, donde la Unión Soviética había terminado, el cambio climático era sólo una idea para un libro que Al Gore y hacer música era una celebración del potencial que tenía nuestro mundo… Mientras que ahora todo es casi un refugio, en un mundo que parece aterrador y apocalíptico”, concluye.