Barry White y Can’t Get Enough: el soul como sensualidad monumental
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En 1974, cuando Barry White lanzó Can’t Get Enough, no solo consolidó su estatus como Ãcono romántico del soul, sino que alteró profundamente las coordenadas emocionales y estéticas del género. Su voz grave, su orquestación lujosa y su visión de la música como una experiencia fÃsica y emocional total redefinieron la masculinidad dentro del soul, y abrieron el camino a una sensualidad sonora que influirÃa en décadas de música negra posterior, desde el R\&B hasta el hip hop.

Barry White no cantaba desde el dolor, la rabia o la denuncia como muchos de sus contemporáneos del soul. Su discurso era otro: el cuerpo, el deseo, el placer como forma de comunicación amorosa. En Can’t Get Enough, canciones como You're the First, the Last, My Everything, o Can't Get Enough of Your Love, Babe, se convirtieron en himnos del amor apasionado, pero desde un lugar de ternura dominante, casi ceremonial. White convirtió el soul en un lenguaje de la seducción profunda, pero sin caer en la vulgaridad: era carnal y espiritual a la vez.
Su barÃtono no era solo voz, era presencia, y con ello transformó el rol del cantante de soul en un narrador Ãntimo, alguien que hablaba directamente al oÃdo, no desde el escenario, sino desde la penumbra de una habitación. En una época en que la música disco comenzaba a emerger, White tendió el puente: ritmos bailables con alma orquestal, romanticismo sin complejos y un groove envolvente.
Uno de los elementos más innovadores del álbum fue el uso extensivo de arreglos de cuerda, metales y secciones de viento que aportaban un aura cinematográfica. White no veÃa el soul como música de tres acordes y urgencia emocional: lo transformó en una experiencia sinfónica del deseo. En ese sentido, Can’t Get Enough no solo rompió moldes sonoros, sino también de producción. Él mismo era compositor, productor y arreglista —una rareza en aquel momento— y se adelantó a la figura del productor-estrella que dominarÃa el R\&B y el pop moderno.

Con este álbum, Barry White cambió la percepción del soul como género centrado exclusivamente en el sufrimiento o la lucha social. En medio de los años setenta, cuando el soul estaba profundamente influenciado por la herencia polÃtica de Marvin Gaye o Curtis Mayfield, White ofreció una revolución emocional: el derecho al placer, al amor pleno, al hedonismo con clase. Y eso también era resistencia.
Su influencia se expandió rápidamente:
* En los slow jams de los 80 y 90, con artistas como Luther Vandross o Boyz II Men.
* En el hip hop, donde su voz y música fueron sampleadas por decenas de productores.
* En la estética del "loverman", que se volvió arquetipo masculino dentro de la música afroamericana.
Can’t Get Enough no fue solo un éxito discográfico —aunque lo fue, y rotundo—, sino una redefinición del soul como territorio de placer, intimidad y belleza exuberante. Barry White transformó la forma en que se cantaba al amor, y con ello, cómo se vivÃa. En un tiempo de rupturas, revoluciones y cambios sociales, él recordó que también habÃa espacio para el deseo, el contacto y la elegancia emocional.
Con este álbum, Barry White no solo cambió el soul; cambió el clima emocional de la música popular. Lo hizo más cálido, más Ãntimo, más inmenso. Y sobre todo, más humano.